Las astillas de Yavé

Reseña en Misión Ci Fi
Título: Las Astillas de Yavé

Autor: Rodolfo Martínez (Candas, Asturias 1965).
Editorial Fantascy Marzo 2014


   ¿Dónde quedas Gijón? ¿Qué bellezas escondes?
    Sí, sí la entrada es sobre un libro; no pretendo aquí hacer una oferta turística. Pero, Rodolfo Martínez entre sus decenas de libros y otros tantos premios, ha escrito "la serie de La ciudad". En la página de Fantacsy leemos: "Se trata de historias de fantasía oscura con elementos de thriller. Cada novela es independiente de las demás, aunque todas comparten el escenario y algunos de los personajes y transcurren en la misma ciudad, a la que nunca se da nombre pero se parece sospechosamente al lugar de residencia del autor. Las astillas de Yavé es la cuarta novela de este ciclo".

   
   -Hay un misterio ¿Quién lo resuelve?
   -Un detective
   -Bien muchacho, que sagaz eres. Aunque ¿podría ser una detective?
   -¿Una...
   - Sí, simpática desprejuiciada y, claro, un poco bisexual detective.
   La sonrisa de sorpresa dominaba la cara de mi interlocutor. Escrutaba mi rostro, esperaba desdiga mis afirmaciones. Yo le miraba invitándole a preparase para un poco más. El diálogo es irreproducible  ya que es puro spoiler. Ni Cthulhu, ni Azathoth, ni otra fuerza en este mundo, le convence a leer algo que se contacte con la tríada ciencia ficción, fantasía, terror. 
   
   Mi abuelo solía repetirme: "en las comidas y reuniones no hables de sexo, religión o política". En la novela de Martínez están presentes los dos primeros. En las charlas de mi abuelo la política, ¡la política!; no lo advertías: se enardecía y...
    El inicio: frío, ser perseguido, ciudad desierta, relato en primera persona. Un buen comienzo...   

    
    La protagonista es una detective llamada Viola, prefieren que le llamen Uve (Como si llamándose Marisa le dijeran Eme, ¿Sabías que no todos llaman Uve a la "v"?) es contratada por el padre Tomás, sacerdote católico y jesuita, a éste le preocupa que sus feligreses han comenzado a ir a una misteriosa secta: la Iglesia del Dios Primigenio. Numerosos cambios en el barrio sólo parecen hallar explicación con la irrupción en escena de la secta. 
   Uno avanza la lectura y comienzan a manifestarse distintos elementos y la conexión que entrelaza a los personajes de la novela con elementos del pasado y del presente. 
   Terminas de leer la novela y conoces la historia de cada personaje (quién está vivo, quién muerto, etc). Algunos personajes resultan más reales/creíbles que otros: el Retrepao no me cerró del todo. Hubiera sido interesante quizás, el relato de una crisis de fe, ya que hay sacerdotes y condiscípulos, pero los sacerdotes dan perfil de funcionarios más que hombres de fe. Tal crisis sería otra novela, Las astillas de Yavé no va por ahí, se busca comprender un misterio de tintes lovecraftianos y a la vez develar un gran engaño.
   Protagoniza la novela, como se ha dicho, una detective llamada Viola, y el que sea una mujer y que el relato sea en primera persona le da un toque interesante. En este punto he tenido una duda, de esas en la que deseas tirar la moneda para definir: Cara: las reiteraciones se deben justamente a que él relato el escritor lo hace a través de una mujer y en ese punto acierta; o Cruz: tú sabes, es muy dura la incertidumbre y la tentación de recordar hacia donde vamos, inevitablemente...
    No he leído antes a Martínez, no me puedo aventurar por un lado de la moneda u otro, la dejo volando en el aire, si tú le has leído: pon la mano, déjala caer y me cuentas.
   El relato de Viola se intercala con entradas de un blog, con páginas de un diario personal, etc, lo que permite escuchar otros puntos de vista, enriquece y es buen recurso para presentar argumentos o ideas.
   Se dan múltiples referencias, hay alusiones y menciones a escritores, teólogos que se intercalan acertadamente e incluso con humor (Martínez San explicita alguna y anticipa tus reflejos)
   Todo tiene que ver con todo. Por supuesto que no; pero ahí voy con dos puntos en que fue imposible no encontrar conexiones
   * Cuando leí: "En aquellos momentos sólo existíamos el chorro de agua caliente y yo. Y empezaba a dudar de lo segundo." Me reí al recordar a Shirley MacLaine afirmando "poco a poco me convertí en agua ... sentí una conexión interior de mi respiración con el pulso de la energía en mi derredor. De hecho, yo era el aire, el agua, la oscuridad, las paredes, la espuma, las rocas mojadas sumergidas en el agua y aún el sonido del río que corría afuera"
   * -¿Cómo se declara el acusado?
      - ¡Culpable su señoría mantantirulirula!
       Si, sí, sí, pero no lo vuelvo a hacer, leí El código Da Vinci. Fue un desliz, era joven, inexperto... A fin de cuentas, dejando de lado las excusas, volvió a mi mente el libro sobre la confabulación que debe desentrañar Robert Langdon y no es que Las astillas de Yavé  sea "Viola Mercante en busca del santo Grial perdido"  pero en el tratamiento de los temas religiosos comparten algunas premisas.

    Las teorías de conspiración no despiertan mi interés, si son religiosas menos (aunque sería interesante, por variar, que tratasen por ejemplo sobre el Islam. Lo demás viene fácil... e incluso se considera políticamente correcto) Estas teorías conspirativas pueden llegar a lugares comunes donde se cuestiona lo que se quiere dejar de lado y simplemente se afirman sin tamizar con algun rigor lo que pruebe lo contrario. Yo recordaba la frase como dicha por Dostoyevski, pero san Google se la atribuye a Chesterton, esa que dice  "Cuando se deja de creer en Dios enseguida se cree en cualquier cosa".
    Pretender obtener el conocimiento de la religión de una novela me lleva a pensar que tal individuo, por ejemplo planearía adquirir el conocimiento de las civilizaciones antiguas de la mano de Erich von Däniken.¡Vaya listillo!

Notas finales: * El libro se puede leer sin haber leído las otras obras del ciclo la ciudad; se disfruta más sin haber leído Dan Brown en mi opinión.
Misión Ci Fi
Dios primigenio.
¿Cómo alguien puede asustarse?

**  -¿Qué tanto lo disfrutaría un lector de Lovecraft? 
     -cri cri, cri cri 
    -¿QUÉ TANTO LO DISFRUTARÍA UN LECTOR DE LOVECRAFT? 
    -¡Culpable!. No tengo respuesta para esta pregunta. 
¿Cuenta medio Horror de Dunwich? ¿no cuenta?
     ¡En serio!  Jajaja a reírse, que reconocer que no se ha leído a a HPL en un lugar tan poco visitado de la red como este no es ningún riesgo.
    Pero este año eso cambia, esta decidido. ¡A por él!.

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